Galería Caribe
 





2000 – “Galería Caribe”

Carabelas.
Mujer de Guanahaní.
Lo poco que queda de mí.
Un caribe en Nueva York.
Cuando.
Receta.
Sólo quería un café.
Mesías.
No te enamoraste de mi.
Lo poco que queda de mi (Versión Acústica)
Receta (Versión Acústica)
Pensar en ti.
Pensar en ti (Versión Acústica)
Cuando (Versión Pop)
No te enamoraste de mi (Versión Acústica)
Sólo quería un café (Versión Acústica)
Porque hablamos (Dueto con Ednita Nazario)






Siete horas no pueden cambiar tanto al mundo pensé. Cuando con las cinco de la tarde en la espalda. Baje del autobús guitarra en mano y me enfrente cara a cara con el Caribe. Nadie llego por mi. Camine hacia un puesto de cocos y una negra preparo el fruto y me lo entrego. Mientras lo bebía. La escuche sin inmutarse decir algo parecido a: "Yo con mis 70 no concibo la vida sin un par de apretones por semana". Su esposo quien fumaba un habano en una hamaca unos metros al fondo, Se reía y le mandaba besos con señales de humo. ¿Qué clase de extraterrestres son estos pensé?. Mi abuela seguramente se gasto la vida sin pronunciar por pudor la palabra sexo. Aquella mujer disparaba palabras que en otra voz hubiesen sonado grotescas y sin sentido. En ella era poesía pura. Como poesía era su figura que a pesar del tiempo dibujaba siluetas: vestigios de tiempos mozos. El caso es que el sol era todo y el cielo abrazaba. Estaba en Puerto Barrio. Ese pedacito de Caribe que nos dejaron los ingleses en Guatemala. Dormí en un lugar que olvide justo al despertar como un mecanismo de defensa parecido al de una madre frente al dolor del parto. Fue hasta el día siguiente que preguntando di con el bar que me había contratado para cantar por una temporada. No recuerdo el nombre del bar pero el dueño seguramente se acuerda de mi. Yo tenia 18 años. Era maestro de escuela y había descubierto el Caribe. Después de aquella temporada aborde el mismo bus rumbo a la capital y al llegar a casa. Después de asimilar el regreso: siete horas no puede cambiar tanto al mundo pensé otra vez. Puerto Rico, Cuba y Santo Domingo. Los cuarteles generales del Caribe. Los conocí años después y en diferentes circunstancias. Lo que ahí aprendí. De lo que ahí me enamore. Son las alas que le dan vuelo a este proyecto.


(Ricardo Arjona)









 
   
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis